miércoles, 22 de abril de 2015

Historia del croissant


El origen de este pan data de finales del siglo XVII. En 1863, uno de los años más crueles de la guerra entre Austria y el imperio romano quienes se disputaban por ese entonces los terrenos austriacos .Las tropas romanas ya fortalecidas por las últimas batallas y con la intención de apoderarse de Viena prepararon un ataque sorpresa en altas horas de la noche. Los panaderos de la ciudad austriaca quienes realizaban su producción en la madrugada se percataron del ataque y alertaron a las autoridades de su ciudad impidiendo no sólo que la ofensiva austriaca tuviera éxito, sino que empezaran las primeras ofensivas par la expulsión de las tropas otomana, dando también por acabado la guerra. Como premio y celebración los panaderos crearon dos tipos de panes o de postres llamados “emperador” y Halbmond, ambos en forma de media luna como burla al famoso símbolo otomano.

Sin embargo hay otras leyendas que no le conceden al croissant su origen austriaco. Se dice que como antecedente importante están los pastelitos dulces de tradición árabe llamados Tchareke de Argelia o el Kaab el Ghzal de Marruecos. Muchas veces también se le adjudica nacionalidad francesa a este pan pero eso sólo se debe a que Christophe Boniface Zang un oficial de artillerías austriaco quien fundó en 1838 una famosa pastelería vienesa llamada ("Boulangerie Viennoise") en Paris, hizo tan popular el croissant en los últimos años del siglo XIX que lo convirtió en un elemento típico de los desayunos franceses.